Alimentación en la 3 Edad
Los beneficios de comer saludablemente son muy relevantes cuando se llega a la tercera edad. Una buena alimentación puede incrementar la rapidez mental, fortalecer el sistema inmunológico, aumentar la energía y acelerar los procesos de recuperación. Pero comer sano no tiene por qué significar hacer régimen o un intenso sacrificio.
Es importante saber que una persona consume menos calorías en la vejez que en su juventud. Una mujer mayor de 50 años necesita entre 1600 y 2000 calorías al día, mientras que un hombre, después de esa edad, debería consumir entre 2000 y 2800 calorías, según su nivel de actividad física
A cualquier edad es importante tomar agua. Las personas mayores, sin embargo, deben darle suma importancia a este punto ya que ellas son más propensas a la deshidratación, problemas renales e incluso confusión.
Disfruta de alimentos que tengan “ colesterol bueno” como aceite de oliva, aguacate, nueces y salmón, y así prevenir las enfermedades del corazón.
Reduce la sal para ayudar a prevenir la retención de agua y la presión sanguínea alta. En cambio, puedes sazonar tus comidas con hierbas y especias logrando un sabor potente.
Evita los carbohidratos procesados. La harina de trigo refinada, el azúcar blanco, incluso el arroz no integral, son carbohidratos que tienden a producir altos niveles de azúcar en la sangre y te proveen de cortos lapsos de energía. Los carbohidratos “complejos” son mucho más sanos, como las harinas y cereales integrales, frutas y granos.
Evita el estreñimiento añadiendo fibra a tu dieta: frutas y vegetales crudos, cereales integrales y granos.
Busca el color intenso en tus alimentos. Los vegetales coloridos siempre son los más frescos y más nutritivos.
Saltea levemente o cocina al vapor tus vegetales para que mantengan la mayor cantidad de nutrientes.
Aunque parezca irrelevante, comer acompañado es una gran manera de mantenerte en una alimentación sana. Mientras más amena sea la hora de la comida, más disfrutarás los alimentos que ingieras. Esto es sumamente importante para las personas que tengan que cambiar alimenticios en aras de cuidar su salud.
Las comidas para las personas de la tercera edad deben ser fáciles de masticar, tragar y digerir. Ponga a prueba su creatividad y presénteles a sus mayores una alimentación sana, variada, atractiva y sabrosa.
Hoy os proponemos las Cremas, a veces se requiere este tipo de alimentación: personas mayores con problemas de apetito o de deglución, enfermos de Parkinson o Alzheimer, enfermos con cáncer de laringe o boca, personas con problemas dentales importantes…
Consejos
Se le dará un solo plato de puré, que contenga todo lo necesario en cuanto a nutrientes, y un postre , procurando variarle los sabores.
Siempre se añadirá a las cremas de verduras un trozo de carne de una parte magra no fibrosa, o pescado sin espinas. No es aconsejable el jamón serrano, ni tampoco las zonas de la carne de ternera muy fibrosas. Si se utilizan debemos asegurarnos que están pasados correctamente y que no quede ningún resto sin pasar.
Es muy conveniente añadir un puñado de arroz en las cremas: no da sabor pero aporta una textura estupenda, por no hablar de sus magníficas propiedades nutricionales.
Los purés se pueden preparar con antelación y congelar en tarros individuales, siempre que lleven todos sus productos frescos, es decir, no podremos congelar una crema realizada con un pescado congelado: pierde muchas cualidades nutricionales.
Los purés calientan muy bien en el microondas si los tenemos preparados con anterioridad. La única precaución que hay que tener es la de removerlos cuando estén calientes y antes de servirlos, para que se reparta de manera uniforme el calor.
La gran mayoría nuestros platos de cuchara habituales se pueden convertir en ricos purés. Es importante esto, porque se puede cocinar lo mismo para el cuidador, y de esta manera comen ambos lo mismo: el enfermo triturado y el cuidador sin triturar.
No es conveniente cocinar con mucha grasa a la hora de hacer sofritos para los purés. Es mucho mejor cocinar muy justos de aceite, y una vez acabado echar un buen chorrito de aceite de oliva virgen extra.
Para pasar los purés ¿pasapurés o minipimer? Una cuidadora que está ya muy cansada, -decimos cuidora porque casi siempre son ellas- lo normal es que lo triture con la minipimer, porque con ella se corrige muy bien el espesor.
Pero hay que tener en cuenta que hay determinados platos, por ejemplo un puré de lentejas o de judías blancas, que requieren el uso del pasapurés, porque las pieles, que pueden ser más indigestas, se quedan en él.
Siempre hay que incorporar al guiso la pieza de carne sin huesos, porque si va con huesos es fácil que luego alguno se nos pase y vaya al puré, con el consiguiente peligro para el enfermo.
Poner en algunos purés por aporte proteico un par de claras de huevo cocidas para pasarlas con el resto de los alimentos.
No usar nunca frutos secos triturados, porque si queda algún resto se puede atragantar el enfermo.
Para mejorar la seguridad y la eficacia en la deglución es conveniente:
Comer bien sentado, con los pies apoyados en el suelo, y manteniendo la postura de la espalda todo lo recta que se pueda.
Inclinar la cabeza hacia abajo en el momento de tragar porque facilita la elevación y el cierre laríngeo, evitando los atragantamientos.
Es mejor beber los líquidos a sorbitos, y en el momento de tragar inclinar la cabeza hacia adelante y no levantarla hasta asegurarse de que ha habido una buena deglución.
En caso de beber seguido, hacerlo despacio, concentrándose en el acto de beber y nunca inclinar la cabeza hacia atrás.
Estas normas, dictadas desde el sentido común y contrastadas clínicamente, se convierten en normas de aplicación de nuestros cuidadores para con nuestros clientes que necesiten este tipo de atenciones, intentando con ello mejorar tanto su calidad de alimentaria y por ende su calidad de vida.
ANIF & JACL
DEPARTAMENTO DE COMUNICACIÓN SANINET MADRID
DEPARTAMENTO DE COMUNICACIÓN SANINET BARCELONA