Si mantenemos limpias las lámparas, ganaremos luminosidad y ahorraremos dinero.

Mantener las lámparas limpias puede suponer un ahorro del 30% en la factura de la luz. Una bombilla sucia puede perder hasta el 53% de su luminosidad por el acúmulo de polvo y suciedad. Para que esto no ocurra debemos programar con regularidad la limpieza de lámparas, tulipas, fluorescentes,... y seguir algunos consejos.

Las bombillas se deben limpiar con un trapo húmedo cuando estén apagadas y frías, después nos aseguraremos de que estén secas antes de encenderlas. Si se tratan de lámparas halógenas las pasaremos con cuidado un trapo de algodón, pero este no debe estar mojado.

Por otro lado, las pantallas o tulipas las limpiaremos en función del material:

Tulipas de tela
utiliza el aspirador para eliminar el polvo y, en caso de tener manchas, una espuma en seco.

Lámpara de seda
Empapa un cepillo suave en gasolina y frota con él la pantalla dando pasadas suaves de arriba abajo en línea recta. Luego, deja secar

Tulipas de papel
bastará con pasar un bayeta atrapa-polvo y pasar suavemente, una goma de borrar blanda, si no es suficiente.

Tulipas de pergamino
pasar un trapo con jabón neutro y agua. Si les aplicas unas gotas de cera líquida, quedarán impecables.

Para limpiar una lámpara de araña se necesita mucho menos esfuerzos de los que podemos pensar en un principio.

Las lámparas de araña dan un toque de distinción a las estancias pero acumulan mucho polvo y son difíciles de limpiar. Hay una manera hacerlo de forma sencilla y cómoda.

Para limpiar la lámpara de araña necesitamos:
Pulverizador
Alcohol
Amoniaco con jabón
Plástico protector

Lo primero que tenemos que hacer es poner debajo el suelo de la habitación  un plástico. En un pulverizador mezclaremos un poco de alcohol y el producto mezcla de jabón y amoniaco. Con la mezcla rociaremos la lámpara teniendo mucho cuidado de las partes eléctricas. La suciedad caerá directamente al suelo pero nuestra lámpara quedará resplandeciente. Ahora solo tenemos que quitar el plástico.

Otra opción si lo que quieres es  no poner nada el suelo, abre y cuelga del revés un paraguas. Recogerá el líquido que vaya escurriendo. En lámparas de cristal, utiliza un paño impregnado de una mezcla de alcohol de quemar y agua a partes iguales.

ANIF & JACL
DEPARTAMENTO DE COMUNICACIÓN DE SANINET MADRID
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